¡Seguro ya los conoces, pero es importante que los pongas en práctica!
Duerme bien
Hablamos de la cantidad pero también de la calidad. Recuerda que 8 horas al día es lo ideal. También es importante que previamente evites las pantallas, las comidas pesadas y la cafeína.
Hidrátate
Conocemos la importancia de los dos litros de agua por día, pero también podemos incorporarla mediante alimentos ricos en ella, la mejor opción siempre son los vegetales y las frutas de temporada.
Consume antioxidantes y vitaminas
Otro punto a favor de una alimentación variada y consciente.
Ejercítate
La vitalidad y la buena salud van de la mano del movimiento. Escucha a tu cuerpo ¡Seguro te está pidiendo una caminata!
Evita el tabaco y el alcohol
¿Qué podemos decir que no se haya dicho? Diferentes sustancias solamente dañan nuestro cuerpo y nos quitan salud y años de vida, el cambio puede empezar hoy.
Dile no a las bebidas azucaradas
Gaseosas, jugos envasados, jugos en polvo para preparar y tantas otras bebidas azucaradas son realmente nocivas para nuestro aparato digestivo y nuestra salud bucal. Además,no hay nada mejor que una buena limonada casera ¿verdad?
Modera tu consumo de sal
El consumo excesivo de sodio en nuestra dieta diaria puede llevarnos a desarrollar hipertensión arterial, insuficiencia renal y cardíaca, accidentes cerebrovasculares, entre otras. Es un precio muy grande a pagar por un hábito que podemos cambiar lentamente incorporando más especias a nuestras comidas y revisando las etiquetas de los productos procesados.
Esquiva harinas y azúcares
Hoy disponemos de mucha información acerca de las malas consecuencias que estos alimentos blancos le deparan a nuestra salud. Producen cambios metabólicos que derivan en el riesgo de sufrir obesidad, diabetes, cardiopatías y más.
Mantiene una buena actitud
Todos tenemos responsabilidades y problemas que nos preocupan, pero aún así recordemos que lo más importante que debemos cuidar es nuestro cuerpo y nuestra salud, de manera integral. Una buena actitud ante la vida nos ayuda a manejar nuestro estrés, las emociones negativas y los pensamientos autodestructivos.
Concéntrate en tu respiración y medita
Esto nos ayuda a ser más conscientes de nuestro propio cuerpo, enfocarnos en él y poder serenarnos para comenzar a sanar y cuidarnos. Anímate a escucharte para mejorar cada día y disfrutar del presente.
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